miércoles, 27 de febrero de 2013


No tengo una... tengo un millón de cajitas de recuerdos.
Las guardo bien escondidas  algunas llenas de polvo de lo viejas, otras medio abiertas  otras de colores y otras excesivamente grises. También tengo unas que tienen la cubierta descolorida, le faltan algunos trocitos y son las que están mas al fondo.
No se por que creo que cuando dicen "abramos nuestros recuerdos" pienso en los felices... Pero donde quedan esos amargos? los que nos hacen la vida imposible? los que a pesar de querer no se van?
Mis recuerdos gastados y llenos de polvo son como una pequeña enfermedad... si abro la cajita me siento mal y el camino de vuelve difuso... pero sin ellos no seria lo que soy ahora.

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