jueves, 16 de febrero de 2012


Elizabeth no tardó en recibir carta de su amiga, y su correspondencia fue tan regular y frecuente como siempre. Pero ya no tan franca. A Elizabeth le era imposible dirigirse a Charlotte sin notar que toda su antigua confianza había desaparecido, y, aunque no quería interrumpir la co­rrespondencia, lo hacía más por lo que su amistad había sido que por lo que en realidad era ahora.

2 comentarios:

  1. A veces suceden estas cosas, que perdemos la confianza en alguien que hasta ese momento había sido nuestra mejor amiga. Y no me cabe la menor duda de que cuando esto sucede no es solo algo por casualidad, si no que se sustenta en algún hecho que haya pasado.

    Me gustó tu blog, yo también te sigo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Me ha pasado esto, de notar alejamientos, falta de confianza, y más allá del dolor que me causo, tuve que dejar muchas cosas de lado y aprender a abrir los ojos y comenzar a confiar YO misma en personas que si confíen en mi, y sepa que no van a desilusionarme.

    ResponderEliminar