sábado, 9 de abril de 2011


Hay algo que quiero contarte; después de recibir los disparos, ¿quieres saber lo primero que me vino a la cabeza antes de perder el conocimiento?
-Monedas.
Vuelvo a tener ocho años y estoy de visita en la casa de la moneda. Escucho a alguien explicando como se fabrican las monedas, como se recortan de una plancha
de metal, como se caldean y viselan, como se apuñan y se pulen. Y como cada lote es minuciosamente examinado por si alguna se ha escapado con la más mínima
imperfección.
Eso es lo que me vino a la cabeza.
Soy una moneda del ejército de los Estados Unidos, fuí apuñado en los años 1980, me recortaron de una plancha de metal, me han viselado,
me han pulido los bordes. Ahora tengo dos pequeños agujeros en mí, ya no estoy en perfectas condiciones. Por eso hay algo mas que quiero decirte,
justo antes de que todo se volviera negro, ¿quieres saber lo último que me vino a la mente?
-Tú.


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